Todo sobre los ojos cansados
Tener los ojos rojos, secos e irritados es un problema frecuente en nuestros días que puede obedecer a diferentes motivos, una conjuntivitis, demasiada exposición al sol, pasar mucho tiempo delante de una pantalla… ¿Te ocurre con frecuencia?, ¡No lo pases por alto! Sigue leyendo, te damos las pistas necesarias para ayudarte a detectar la causa de esta molestia y, también, te indicamos cómo aliviarla.
Síntomas de los ojos cansados
Tus ojos se fatigan igual que tú: después de haber realizado un esfuerzo continuado. Sabes que tienes los ojos cansados cuando te pican y lagrimean, molestan (e incluso duelen un poco), se quedan secos, se ponen rojos, irritados, tienes la impresión de que te arden, parece que te ha entrado arenilla en ellos… Cuando tienes los ojos cansados también puedes sentir molestias localizadas en otra parte del cuerpo, como dolor de espalda o de cabeza.
Por lo general, los síntomas desaparecen al poco tiempo, sobre todo si los alejas de aquello que ha motivado el problema y los dejas descansar. Pero, si los síntomas persisten, es conveniente acudir a un especialista que te mande un tratamiento adecuado.
Ojos rojos e irritados
Tus ojos se ponen rojos cuando la esclerótica (la parte blanca que rodea el iris) se irrita y algunos de los capilares sanguíneos que la irrigan se dilatan e hinchan. Las causas de los ojos rojos son muy variadas:
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Sequedad debido, probablemente, a que llevas mucho tiempo concentrando tu visión en algo y has parpadeado menos de lo necesario.
Alergias. Se pueden tener en cualquier época del año, causadas por polvo o químicos, por ejemplo, aunque son más frecuentes en primavera y verano, debido al polen.
Polvo o esquirlas. Si realizas una actividad en la que se genera mucho polvo o en la que saltan partículas, es recomendable que protejas tus ojos con lentes.
Infecciones o inflamaciones como blefaritis, conjuntivitis, uveitis…
Un mal uso de las lentes de contacto; haberlas llevado puestas más tiempo del recomendado o limpiado de forma inconveniente, por ejemplo.
A veces el enrojecimiento se concentra en un punto del ojo, formando un derrame debido a la ruptura de un vaso sanguíneo, que puede ser causada por un golpe o un esfuerzo (un estornudo, por ejemplo). Los derrames tardan en desaparecer una o dos semanas.
En enrojecimiento de los ojos suele ser un problema leve que se va solo, con ayuda de lágrimas artificiales o con un medicamento en gotas específico. Pero, si persiste y se asocia a dolor o problemas de visión, conviene consultar con un especialista.
¡No te frotes los ojos!
Aunque te piquen los ojos, no te los frotes buscando alivio, si tienes una esquirla dentro puedes hacerte una herida y, si tienes las manos sucias, generarte una infección. Los expertos dicen que hacerlo de forma continuada puede adelgazar la córnea, aumentando las probabilidades de sufrir infecciones, y de padecer una patología llamada queratocono. También incrementa el riesgo de tener ojeras. Además, aunque no lo parezca, en lugar de aliviar el picor, lo incrementa y te pone los ojos rojos, mas rojos aún.
Ojos secos
La capa líquida que recubre y protege el ojo se llama lágrima. Cuando es insuficiente o se evapora antes de tiempo por su composición o por la sequedad del ambiente, los ojos se quedan secos. Lo más común es que aparezca después de haber concentrado la vista en algo, la pantalla del ordenador, por ejemplo, sin a penas pestañear, o por estar en un lugar con calefacción o aire acondicionado.
Los ojos secos producen sensación de picor, enrojecimiento, arenilla, dificultad para abrirlos por las mañanas y problemas de visión.
Si la sensación de ojos secos es frecuente y llega a ser molesta, conviene consultar con un especialista.
Síndrome visual informático
El uso de las pantallas ha aumentado de una forma increíble en los últimos años. Las pantallas de los ordenadores, tablets y teléfonos nos obligan a fijar la vista con mucha frecuencia, obligando a nuestros ojos a realizar un esfuerzo acomodativo constante. Por si esto fuera poco, la luz azul-violeta que desprenden las pantallas de estos dispositivos causa daños irreparables a las células de la retina, aumentando las probabilidades de padecer enfermedades visuales graves como Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).
El Síndrome Visual Informático (SVI) es un problema visual “nuevo”, generado por el incremento de la exposición de los ojos a las pantallas. De acuerdo con un estudio reciente realizado por el Colegio Oficial de Ópticos Optometristas de Cataluña (COOOC), una de cada siete personas padece SVI. Permanecer delante de una pantalla más de tres horas es la principal causa de su aparición. En España, los menores de 30 años pasan, al día, 10 horas y media delante de las pantallas; los adultos de entre 31 y 45 años, 9,3 horas; de 46 y 60 años, 8,3 horas; y los mayores de 60 años, 3,8 horas.
La regla del 20, 20, 20 te ayudará a evitar el SVI: Aparta la mirada de la pantalla durante 20 segundos cada 20 minutos enfocando a una distancia de 20 pies (6 metros).
OJOS ROJOS Y CANSADOS
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